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Sana tus genes. Parte 2 de 3
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SANA TUS GENES
HEAL Summit
Bruce Lipton
Segunda parte:
¿Entonces quieres hablar acerca de por qué la filosofía médica occidental de medicamentos y cirugía no es sostenible?
Bruce Lipton:
Todas
las características del ser humano están asociadas con la genética que
poseen. Esto significa no solo las buenas positivas, saludables, sino
las negativas también, así que cada vez que enfrentamos una enfermedad
cardiovascular, diabetes, cáncer, inmediatamente pensamos que debe haber
algunos genes responsables. Por consiguiente, queremos cambiar los
genes, la actividad. Y ahí es donde la industria farmacéutica nos quiere
dar medicinas y medicamentos y químicos para cambiar la forma en que
las células leen la información. Un hecho simple y científico: Menos del
1% de la enfermedad está conectada con la genética. Esto es relevante
porque si vas a tratar de influenciar la genética para afectar a la
enfermedad, en el mejor de los casos podrías influir en el 1% de la
misma. Entonces, ¿qué pasa con el 90% de las enfermedades o más que
sufren las personas? ¡Tienen que ver con el estilo de vida!
Estamos
descubriendo que los mayores asesinos en nuestro planeta actualmente
-las enfermedades cardiovasculares, el cáncer, la diabetes, el
Alzheimer- no son problemas orgánicos de nuestro cuerpo. Estas
enfermedades son la consecuencia de cómo estamos respondiendo al mundo
que nos rodea, basado en nuestro estilo de vida. El 90% o más de las
enfermedades cardiovasculares no tienen nada que ver con el cuerpo, son
consecuencia de lidiar con el estrés. Siempre estamos buscando los genes
que causan cáncer. El proyecto Genoma Humano realmente aplastó esa idea
porque no hay genes que causen cáncer. Lo que llamamos un gen de cáncer
en realidad es un gen relacionado al estrés. Por eso, cuando estresamos
la situación, es hora de precipitar el cáncer. Un gen no causa una
enfermedad, pero está correlacionado con la enfermedad y esto es muy
importante, porque cuando le entregamos el poder al gen, enfocamos
nuestra atención en el gen como la fuente del problema y de ahí proviene
la medicina hoy en día.
Y adivina qué. Con todo el trabajo que
han hecho, digamos con el cáncer, ¿cuántos miles de millones hemos
utilizado para buscar el gen del cáncer para llegar a la conclusión de
que no existe? Incluso la Sociedad Americana del Cáncer ahora ha dado la
vuelta para decir que el 70 al 90% del cáncer está totalmente
relacionado con el estilo de vida. Esto pone la responsabilidad de
vuelta en nosotros, no en nuestros genes, porque cuando dices que los
genes lo hicieron, entonces estás diciendo que eres la víctima y alguien
tiene que sanarte. Y no eres una víctima, ¡eres el creador! Puedes
crear cáncer o salud, ya sea que tengas el gen BRCA o no. Puedes crear
cáncer o una enfermedad cardiovascular o un efecto 100% de diabetes tipo
2. No tiene nada que ver con la genética, tiene todo que ver con el
estilo de vida. Punto.
La medicina convencional ligada al antiguo
sistema de creencias está encerrada en que la causa de la enfermedad
está ligada a nuestra genética y nuestra bioquímica, y por consiguiente,
la industria farmacéutica es la gran salvadora porque producirá la
sustancia química que nos devolverá la salud. Bueno, resulta que eso es
totalmente falso. De hecho, la industria farmacéutica es una de las
principales causas de muerte en los Estados Unidos actualmente; más de
trescientas mil personas mueren por medicamentos recetados diariamente
en un año.
No somos víctimas, somos los creadores. Si estamos
estresados, manifestamos enfermedad. Si eliminamos el estrés podemos
eliminar la enfermedad. El concepto de remisión espontánea es real. Las
personas pueden estar invadidas por el cáncer, corriendo contra el reloj
mortal y luego, de la noche a la mañana, el cáncer desaparece al
cambiar sus percepciones y creencias acerca de la vida, no cambiando la
genética.
¿Significa esto que toda medicina es negativa?
Absolutamente no. La medicina hace milagros con el trauma. Si me lastimo
físicamente, sufro un accidente automovilístico y mis vísceras están
colgando, no me envíen al quiropráctico. No necesito un terapista de
masaje y la homeopatía no va a ayudar realmente. Quiero un cirujano. Y
así, el trauma, o cambiar o reemplazar partes, cosas físicas como esas,
allí es donde la medicina hace milagros. Pero cáncer, diabetes,
Alzheimer, toda esa clase de enfermedades convencionales no están
conectadas al trauma, están conectadas a la mente.
¿Entonces, los antibióticos son buenos en algún momento?
Nuestro
sistema inmunológico puede combatir prácticamente todo. Entonces, la
pregunta es ¿cómo es que a veces nos enfermamos si nuestro sistema
inmunológico puede combatir todo? Y la respuesta es que la acción o
función del sistema inmunológico está relacionada directamente con la
percepción de la vida. Si vemos estrés, las hormonas del estrés inhiben
el sistema inmunológico. ¿Cuán efectivamente? Cuando los médicos quieren
trasplantar un órgano de una persona a otra, un corazón, o un riñón, o
un pulmón, antes de recibir el órgano, el destinatario recibe hormonas
de estrés para inhibir la función del sistema inmunológico. El médico le
da primero al paciente hormonas de estrés y luego trasplanta el órgano,
y luego coloca adentro el órgano ajeno. El sistema inmunológico está
inhibido gracias a las hormonas del estrés para evitar el rechazo del
órgano ajeno.
Entonces, la idea es que la efectividad para
deprimir el sistema inmunológico con el estrés es tan grande que la
medicina lo utiliza terapéuticamente cuando quiere trasplantar un
órgano. Entonces, básicamente, ¿adivina qué hace el estrés cuando no se
trata de un trasplante? Deprime el sistema inmunológico. Por
consiguiente, si estás bajo estrés y tienes, digamos, bronquitis, una
infección en los pulmones que yo personalmente tuve, tienes que mirar al
mundo como yo y decir: Vaya, estoy enfermándome más porque esta
bacteria me está ganando. ¿Por qué? Porque en aquel momento mi vida
estaba bajo mucho estrés. Tenía dos opciones. Eliminar inmediatamente
todo el estrés de mi vida o tomar un antibiótico como la penicilina.
Observando
mi situación, cayendo en cuenta cuán estresado estabas en ese momento,
por supuesto opté por la penicilina, porque no necesitaría usarla mucho
tiempo, solo necesitaba ayuda para combatir la infección lo suficiente
como para reunir mi propia fuerza interna y activar el sistema
inmunológico para hacerle frente a la infección. Hay momentos en que las
drogas son muy importantes. Si estás perdiendo la batalla, haz algo
para detenerla, de ser necesario, usa un antibiótico, pero eso solo en
casos extremos. Y esto es sumamente importante. Los seres humanos alguna
vez fueron considerados como organismos compuestos de células humanas,
pero ahora descubrimos que en nuestro cuerpo hay tantos microbios,
bacterias y parásitos como células humanas. La pregunta es ¿son
invasores? La respuesta es no. No podemos vivir sin ellos, si eliminas
el microbioma, la comunidad de bacterias que viven en nuestro interior.
Todos
llevamos alrededor de un kilo de bacterias en el cuerpo en cualquier
momento. Si eliminamos el microbioma moriremos, porque las bacterias no
son un complemento en nuestras vidas, son necesarias.
La ciencia
le ha dado un nuevo nombre al ser humano. No es solo un organismo, es un
súper organismo. El microbioma, las bacterias en nuestro cuerpo, son
necesarias para la digestión y el funcionamiento del sistema. Hay una
retroalimentación entre las bacterias y los genes de nuestro propio
cuerpo. Están en una comunidad. Hay bacterias buenas que tu organismo va
a albergar y guardar porque son necesarias para tu salud, y hay
bacterias malas. Bueno, el sistema inmunológico combatirá a las
bacterias malas. Y adivina qué. Incluso tus bacterias buenas combatirán a
las bacterias malas, así que básicamente, como un súper organismo,
tenemos que reconocer que las bacterias son una parte esencial de
nuestra vida. Sin ellas, moriríamos. Y esto trae a colación el problema
de la prescripción excesiva de antibióticos, porque cuando le das
antibióticos a alguien, estos matan indiscriminadamente a todos los
microbios. Y si esos microbios se agotan, entonces no mejorarás.
Deberíamos
usar los antibióticos solo en situaciones muy extremas y no como una
forma cotidiana de sanar a alguien porque destruyen el microbioma que es
una parte funcional de nuestras vidas.
Y los médicos deberían
aprenderlo en el programa de la escuela de Medicina. Es algo que
necesita evolucionar con la ciencia, ¿correcto?
Lo interesante en
el mundo de hoy es el estado de la crisis de la salud que enfrentamos a
pesar del sistema médico gigantesco que tenemos. Hoy, comparado con
otros países, tenemos la mayor cantidad de dinero dirigida a la atención
médica y algunas de las peores estadísticas del sistema de salud.
Obviamente, si continuamos invirtiendo en el sistema de salud,
deberíamos estar más sanos. El problema es que la medicina convencional
está basada en la industria farmacéutica. Descubrimos una enfermedad,
anticipamos que la industria farmacéutica hará un cartucho mágico y
lidiará con ella. Aún así, resulta que hay muy pocas enfermedades que
realmente sean orgánicas. Las enfermedades que expresamos tienen que ver
principalmente con el estrés y el estilo de vida.
Entonces, si
voy al médico con una enfermedad, me observa y me dice que mi máquina no
funciona y va a poner químicos en mi cuerpo para arreglarlo. Es una
visión agradable, excepto que más del 90% de las enfermedades no tienen
que ver con una falla orgánica del cuerpo y por eso nuestra dependencia
de la industria farmacéutica esté interfiriendo con el cuidado de la
salud. ¿Por qué interfiere? Porque es una corporación industrial y las
corporaciones son sistemas donde las personas invierten dinero para que
pueda generar ganancias. La industria farmacéutica hace dinero de la
industria médica, y mientras estemos convencidos de que la respuesta a
nuestro problema es la industria farmacéutica, la veremos como nuestro
sanador. El problema es que la mayoría de las enfermedades no tienen
nada que ver con eso. Entonces ¿por qué las escuelas de medicina no se
mantienen al día con la nueva información? Desafortunadamente, tengo que
admitir que nuestro sistema de salud responde a los intereses de la
industria farmacéutica
Puedo sanar con el pensamiento, la
reflexión y la energía sanadora, que es la nueva fase de la sanación-
¿Por qué la industria farmacéutica está en contra de eso? Porque no
puede unificarla o monetizarla. ¿Cómo haces una pastilla de energía? ¿Me
puedes vender una cápsula de energía? La respuesta es no. La energía no
es importante para la industria farmacéutica. De hecho, si pudiesen
eliminar toda la energía serían muy felices porque volverían a vender
químicos, pero la mayoría de las enfermedades en nuestro planeta no se
resolverán con la sanación química y la industria médica está basada en
la industria farmacéutica, que es una de las corporaciones más grandes
del mundo y cuyo fin es ganar dinero. El significado de esto es muy
profundo. La palabra humano, humana, humanidad, la raíz de todas estas
palabras es la compasión, una persona cuidando a otra.
La
medicina debe ser una industria humana. Es una situación desafortunada,
porque la medicina hoy en día es una industria inhumana. Lo es porque
hay un accionista que gana dinero cuando tú estás enfermo. ¿Cómo
hicieron dinero de tu enfermedad? Porque la industria te cobra más
dinero de lo que costaría sanarte. Ese dinero extra va a las ganancias.
Entonces, al enfermo que ya fue pateado y derribado, lo vuelven a patear
porque les está generando ganancias. ¡Esto es completamente opuesto a
la compasión! Y como la compasión es humana, lo opuesto es inhumano. La
industria medica en los Estados Unidos, por definición, es inhumana
porque no se preocupa por el enfermo, se preocupa por las ganancias de
las corporaciones.
Pienso que es importante que las personas sepan que cuando toman una pastilla para A, afecta al sistema B, C y D.
Había
una forma antigua de percibir a la biología como algo lineal. A va a B,
va a C, va a D, conclusión. Si hay algo malo con la conclusión puedes
volver atrás a ajustar A, B, C o D para luego afectar la conclusión. La
industria farmacéutica ve a la enfermedad como una conclusión y se
pregunta qué puede ajustar durante el camino. El único problema es que
no existe el concepto de la fluidez lineal de la información. Decimos
que A va a B, va a C, va a D. Es una fluidez lineal y lo que sabemos es
que están todas interconectadas así: A está conectada a B, sí, pero
también a C y a D; y D está conectada a A y B y C. ¿Y por qué es
relevante? Porque si cambio una, no cambio una fluidez lineal A, B, C, D
y cambio el final. Cambio una y genero una red y esta red va a alterar
el resultado de muchas maneras distintas. Entonces, en el prospecto
farmacéutica dice: Este medicamento se fabricó para A, B, C, D y para
mejorar la conclusión.
Y luego hay cinco páginas de efectos
secundarios. Eso de los “efectos secundarios” es un eufemismo. ¡Son
efectos directos! Porque una integración de red como esa significa que
si tiras de una vas a afectar a todas las demás. Y a eso lo llaman
efectos secundarios porque esa no era la intención de la droga cuando la
manufacturaron, pero desafortunadamente las mismas drogas se usan para
diferentes funciones en el cuerpo.
La terapia de remplazo
hormonal en mujeres se quitó de nuestro Centro Comunitario por una
simple razón. Las mujeres menopáusicas pierden estrógeno y esto aumenta
problemas emocionales y la fisiología cambia durante la menopausia.
Entonces decimos: Bueno, grandioso, solo pongamos estrógeno en el
sistema y lo volvemos a equilibrar. Pero ¿cuál es el problema? El
estrógeno está involucrado con el aparato reproductivo y especialmente
con el funcionamiento sexual femenino y toda esa actividad, es cierto.
Pero oye, hay estrógeno en los hombres, ¿qué hace ahí? El estrógeno
tiene otras influencias también en el corazón y en el cerebro. El
estrógeno no está relacionado en absoluto con nada sexual, está
relacionado con el flujo de la sangre. Si das estrógeno porque quieres
afectar al sistema reproductivo, una vez que esté en el cuerpo va a
afectar a cualquier cosa que el estrógeno afecte, como el flujo de la
sangre en el corazón y en el cerebro. ¿Qué fue lo que descubrieron?
La
terapia de reemplazo hormonal tiene efectos secundarios de accidente
cerebrovascular y ataques cardíacos. ¿Efecto secundario? ¡No! Es un
efecto directo de suministrar estrógeno al sistema, pero no enfocándolo
para que vaya al aparato reproductivo sino al colocarlo en todo el
sistema. En mi biología, si yo fuese mujer, liberaría estrógeno en mi
aparato reproductivo y no en todo el cuerpo, porque afecta al ovario de
manera distinta a cómo afecta el corazón. ¿Cuál es el problema? La
industria farmacéutica busca el destino que quiere arreglar e ignora el
hecho de que cuando se agrega un medicamento, hay interacciones
múltiples de medicamentos que no son efectos secundarios sino directos y
que desequilibran a las personas. El problema más grande con los
medicamentos son los efectos secundarios. Trescientas mil personas
mueren cada año a causa de prescripciones de medicamentos.
En esta nota vamos a dirigirnos al problema de la estatina y el colesterol. ¿Qué e el colesterol?
Uno
de los hallazgos que dieron forma a la respuesta médica a la
arteriosclerosis es que las placas de tejido y las células se acumulan
en nuestros vasos sanguíneos y luego ocasionan ataques cardíacos y
accidentes cerebrovasculares. Cuando la profesión médica comenzó a
observar esta área de daño donde se encontraban estas placas en los
vasos sanguíneos, lo primero que vieron fue que todas las células
estaban llenas de colesterol e inmediatamente dijeron: ¡Oh, Dios mío!
¡El colesterol está asociado a las placas! Y de inmediato dedujeron que
como el colesterol está en cada placa, es la causa del problema. Bueno,
ahora sabemos algo muy importante. El colesterol es un componente
fundamental y clave de la membrana celular, que es el cerebro de la
célula, y en nuestro cerebro hay una tremenda cantidad de colesterol. El
cerebro es blanco, no rojo. Es blanco porque tiene mucha grasa y el
colesterol es parte de él.
¿Qué descubrió la ciencia? Que el
colesterol aparece luego de que el problema ya comenzó, entonces marca
qué células están enfermas, pero no causa el problema. Así que
enfocándonos y diciendo que el colesterol es la causa y restringiéndolo
con dietas bajas en colesterol, eliminándolo de las dietas, se crean dos
problemas. A) el colesterol es vital para el sistema y si lo sacas del
sistema, si lo inhibes, el sistema no funcionará muy bien. B) El
problema con la arterioesclerosis no es el colesterol. ¡Es el estrés! El
estrés causa el fluido errático sanguíneo. Cuando la sangre baja por el
vaso sanguíneo, presiona hacia abajo al vaso, empuja presionando las
células de los vasos sanguíneos y hay presión sanguínea. Entonces las
células leen la presión sanguínea. Si la presión está muy alta, las
células son alentadas a dividirse, lo que significa que si un vaso
sanguíneo es muy estrecho y hay una gran cantidad de sangre tratando de
pasar por él, hay mucha presión.
¿Cómo se puede reducir la
presión? Haciendo más células y ensanchando el vaso sanguíneo. Si estoy
bajo estrés, aumenta mi presión sanguínea a causa del estrés. Las
células que alimentan al estrés dicen: ¡Oh, Dios mío, necesitamos hacer
más células para agrandar el vaso sanguíneo y reducir el estrés! Pero el
problema es que el estrés es errático, no es continuo, hay estrés y
luego no hay, hay estrés y luego no hay. Cuando sientes estrés, las
células responden dividiéndose. Cuando el estrés se detiene, las células
se mantienen allí, pero no van a ningún lado. La próxima vez que
sienten estrés se dividen de nuevo porque iban a agrandar el vaso
sanguíneo. Entonces el problema es que la placa de las células que se
encuentran en los vasos sanguíneos son el resultado del estrés
intermitente que estimula a las células para agrandar un vaso sanguíneo,
pero luego, cuando ya desapareció el estrés, el vaso dice: Bueno, no
necesito ser más grande, entonces apilo estas células.
El
resultado es que continúo diciéndole al sistema que necesito más
células. El sistema dice luego que no se necesitan más células y esas
células se apilan y después de un tiempo comienzan a no ser tan sanas,
absorben el colesterol, luego ves el colesterol en las células y ahí el
colesterol entra en la historia después de ocurrido el daño.
Regular
el colesterol no es el problema, el problema es regular el estrés.
Hemos direccionado que las personas tomen medicamentos de estatinas para
bajar el colesterol malo del cuerpo. Los datos son claros e
inequívocos: Alrededor de un 3% (en otras palabras, tres de cada cien
personas) con una receta de medicamentos con estatinas obtienen algún
beneficio del medicamento y esos tres resultan ser los pacientes más
graves, los que están al borde de ese ataque al corazón. 97 personas de
cada cien personas que toman ese medicamento no tienen ningún efecto
positivo, pero hay efectos secundarios que afectan a entre el 15% y el
23% de las personas que toman el medicamento. Veamos el resultado de
tomar medicamentos de estatinas. Tres de cada cien personas mejorarán y
alrededor de veinte a veinticinco personas se enfermarán por tomar el
medicamento. Entonces ¿dónde está el beneficio?
La respuesta es
que no hay beneficio excepto para la compañía farmacéutica que tiene una
prescripción de por vida. Son traficantes de medicamentos y enganchan
al paciente para que crea que ese medicamento lo está ayudando, cuando
en efecto los datos claramente revelan que hay más personas perjudicadas
por la droga que las realmente beneficiadas por tomarla.
Entonces el colesterol no es un personaje malo.
Lo
que sucede periódicamente es que las personas a cargo cambian el nivel
de colesterol aceptable. Continúan bajando el número y cada vez que
bajan el nivel aceptable de colesterol, incrementan la cantidad de
prescripciones un millón de veces o más y, por consiguiente, cada vez
que bajan el número del colesterol, la compañía farmacéutica obtiene una
gran ganancia y la gente pierde más.
¿De dónde sacan este número?
Este
número está basado en que dicen que hay un número para la persona
promedio. ¿Quién es la persona promedio? Hay personas en este extremo
del espectro y personas en el otro extremo. El promedio es el centro.
Dicen que la persona en el extremo del espectro del colesterol y dices
que debería estar en el centro, ¿significa que esta persona debería
traer su nivel de colesterol al centro? ¡Absolutamente no! Esa persona
no es un promedio. El hombre en el centro es un promedio. No hay un
número promedio humano. Alguna vez crearon un número promedio humano o
tomaron los extremos y dijeron que ya no estaban en el promedio y
entonces necesitabas tratamiento farmacológico. Y el hecho es que
estaban creando un número promedio para un humano mítico. No hay
promedio mítico humano, simplemente inventan números a medida que
avanzamos.
Muy recientemente, la FDA (Federal Drug
Administration) sacó al colesterol de las dietas restrictivas por la
simple razón de que finalmente reconocieron que la dieta del colesterol
no tiene impacto en la arterioesclerosis.
Desgrabación y edición de la traducción simultánea al español: Susana Peralta
https://healsummitspanish.com/
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