***
menerjemahkan ♪ → → → ► → → →
Traducir / translate ♪ → → → ► → → →
traduire / переводить ♪ → → → → → → ►
翻訳する
menerjemahkan ♪ → → → ► → → →
Traducir / translate ♪ → → → ► → → →
traduire / переводить ♪ → → → → → → ►
翻訳する
***
SABIOS CONSEJOS
Existen actitudes y
acciones que fomentan nuestro crecimiento interior.
La actitud y la acción
adecuadas surgen de la conciencia, y no se sirven de pensamientos ni de
creencias. Pero hasta que alcancemos esa conciencia en nuestro trabajo
espiritual, podemos ir trabajando con actos buenos que nos puedan ayudar
en nuestro crecimiento interior.
A continuación te
exponemos algunos consejos que puedes llevar a cabo. No es cuestión de
leerlos y de dejarlos en un nivel mental, sino de avanzar en el texto a la
vez que se lleva a cabo aquello que se lee.
¡Felices
aquellos cuyos días son todos iguales!
Lo
mismo les es un día que otro,
lo
mismo un mes que un día,
y
un año lo mismo que un mes.
Han
vencido al tiempo; viven sobre él,
y
no sujetos a él.
No
hay para ellos más que las diferencias del alba,
la
mañana, el mediodía, la tarde y la noche;
la
primavera, el estío, el otoño y el invierno.
Se
acuestan tranquilos, esperando el nuevo día,
y
se levantan alegres a vivirlo.
Vuelven
todos los días a vivir el mismo día.
Rara
vez se forman idea de su Señor,
porque
viven en él, y no lo piensan,
sino
que lo viven.
Viven
a Dios, que es más que pensarlo,
sentirlo
o quererlo.
Su
oración no es algo que se destaca y separa
de
sus demás actos,
ni
necesitan recogerse para hacerla,
porque
su vida es toda oración.
Oran
viviendo.
Y
por fin mueren como muere la claridad del día
al
venir la noche, yendo a brillar en otra región.
¡Santa
sencillez! Una vez perdida no se recobra.
M.
UNAMUNO, Diario íntimo.
Sólo
ve claramente lo que es, ve las cosas falsas, y surgirá la
comprensión y, de ésta, la acción que no resulta de una idea. Así
se romperán las cadenas del deseo y de la aversión. Ve lo que es,
o mejor, vive la
consciencia de este único momento eterno, la consciencia de la
mente, del sentimiento y del cuerpo, es vivir la verdad, vivir lo
inconmensurable. Éste es tu camino.
Todos
los demás frutos (amor, paz, libertad, transformación...) no te
importan... Céntrate y profundiza en esta cuestión como vivencia, no como
un estudio.
***
Practica el silencio, la paz, la atención. Practica el ver como surge
y desaparece todo, los deseos, los pensamientos, las emociones, los
procesos físicos... Practica el saborear el tiempo, el vivir en el
ahora eterno.
|
***
Estate
atento y vigilante, adquiere la capacidad de estar aquí y ahora, de
presenciar profundamente todo lo que ocurre en el instante presente,
sin juzgar. Éste es el principio de la Vida.
Si
quieres alcanzar la virtud dispón previamente en tu interior las
obras que debes hacer exteriormente y no te dejes arrastrar por
ellas hacia los deseos de tus torcidas inclinaciones, sino
someterlas al imperio de la recta razón.
Aprende
pues a obrar con presteza si quieres tener sujetar tu propia vida.
Porque más fácilmente se vence al enemigo exterior, cuando el ser
humano interior no está debilitado en sus fuerzas espirituales.
|
***
Dedica:
Cada
día un largo rato de meditación, un espacio de tiempo para ser.
Cada
semana una mañana o una tarde al tiempo de ser y a la meditación.
Cada
mes un día de retiro, silencio y contemplación.
|
***
Aprende a existir en
silencio.
Mira
en silencio.
Escucha
en silencio.
Percibe
en silencio.
Huele
en silencio.
Palpa
en silencio.
Trabaja
en silencio.
Vive
en silencio.
Ama
en silencio.
Y
encontrarás
la
infinitud del silencio,
la
eternidad del silencio,
el
abismo del silencio,
la
sabiduría del silencio,
el
amor del silencio,
la
pasión del silencio,
la
belleza del silencio,
la
plenitud del silencio,
la
armonía del silencio.
|
***
Aprende
a estar donde estás con todo tu cuerpo y con todos tus sentidos.
Descubre
a Dios en tu cuerpo.
Dale
las gracias a Dios, a la vida, porque tienes ojos para mirar, oídos
para escuchar, voz para hablar y manos para acariciar.
Se
consciente de tu capacidad para ver y oír, y disfruta pudiendo
percibir el mondo que te rodea.
Silencia
y pacifica tu cuerpo de tensiones y de nerviosismos inútiles. Así
darás paz a tu alma.
Alimenta
de una manera adecuada tu cuerpo, entra en contacto frecuentemente
con la naturaleza, con el sol, los bosques, el mar... Fortalece tu
espíritu.
Ejercita
de una manera adecuada tu cuerpo y vuélvelo flexible. Te hará más
fácil vivir desde el espíritu.
Ve
simplemente con atención el color ola forma de una hoja, rama o
piedrecilla... entra en la profundidad de una experiencia
trascendente.
Escucha
atentamente el susurro del bosque, del mar o de la noche; escucha el
rumor de la ciudad...percibe el Silencio en la tonalidad de un mundo
nuevo.
Siente
despierto y con atención el contacto del agua que se escurre por tu
cuerpo o de un chaparrón cuando te empapa; siente el contacto con
el de tus pies con el suelo o la tierra, descalzo por la arena, las
piedras o la hierba; la sensación del viento, la lluvia o el
sol..., entra en la profundidad de una experiencia contemplativa.
Descubre
que para ser feliz y disfrutar en la vida no tienes que hacer cosas
nuevas y originales, sino hacer las cosas de una manera nueva,
viviendo con los cinco sentidos, percibiendo consciente y
serenamente hasta los detalles más sencillos.
Obsérvate
y percíbete a ti mismo en todos los movimientos y gestos...
descubrirás una gran riqueza.
Vive
consciente y lentamente todo aquello que estés haciendo. Anda con
suavidad y armonía, como quien está realizando una gran obra de
arte. Acostúmbrate a mirar serenamente, a andar con mesura, a vivir
conscientemente cada gesto o movimiento que haces con el cuerpo.
Calma tu prisa. La prisa es una violencia contra el ritmo natural
del tiempo y de la vida. Llegarás a encontrar placer y disfrutarás
de una manera nueva con las tareas más sencillas y humildes.
|
||
***
Aprende a estar donde
estás, experimentando la comunión con todas las personas.
Ama.
Todo
lo bueno que desees para ti quiérelo también para los demás.
Perdona
a las demás personas como te perdonas a ti mismo.
No
exijas nada a nadie.
No
condenes nunca a nadie. No juzgues, nunca, a nadie. No critiques a
otras personas, ni siquiera con el pensamiento.
Mira
a todo el mundo con ojos limpios y sin prejuicios.
Descubre
la verdadera y profunda riqueza de cada persona, más allá de las
apariencias y de las máscaras.
Acepta
a las demás personas como te aceptas a ti mismo, pero no aceptes su
error.
Sé
tolerante con todas las personas, sin que te lo impida su forma de
pensar, sus creencias, sus gustos, sus trabajos, su modo de vida o
sus costumbres, aunque seas firme y tajante con el mal que pueda
encarnarse en sus vidas.
No
discutas. Escucha con atención y cordialidad a los demás y expón
tus opiniones sin apasionamiento, aunque con firmeza y autoridad.
No
avasalles la libertad de los demás con tus opiniones y manera de
pensar.
Acoge
y escucha a todos con mucho respeto, aunque no debes amparar su
ignorancia y su error.
Sé
humilde y bondadoso con todos los que debas serlo. Sé firme y
tajante con todos los que debas serlo, con la certeza que actúas
con justicia, con amor y conciencia en tu interior, y sin perder las
buenas formas y con respeto.
Trata
de crear un "espacio" a tu alrededor donde los demás
vivan a gusto y todos podáis progresar espiritualmente.
|
***
Aprende
a estar donde estás, en silencio, en atención amorosa. Con todo tu ser.
No
tengas prisa.
Supera
la ansiedad.
Vive
con el corazón. Pon todo el amor en todo.
Superar
la necesidad de quedar bien.
Supera
la necesidad de rendimiento.
Supera
el afán de posesión.
Piensa
positivamente.
Supera
la agresividad.
Supera
la rivalidad.
Fomenta
el silencio.
Fomenta
la calma y la serenidad.
Fomenta
la comprensión y la tolerancia.
|
***
Aprende
a contemplar, a entrar en el templo, a entrar en lo sagrado de todo lo
creado.
Entra
en lo sagrado de ti mismo, en lo sagrado de todo tu interior y de
toda tu vida.
Entra
en lo sagrado de las personas con quienes convives, en lo sagrado
del aire que respiras, en lo sagrado de todo lo que te rodea.
Entra
en lo sagrado de tu dolor, de tu cansancio, de tu oración, de tus
contrariedades, de tus noches estrelladas y de tus noches oscuras.
Así
tu vida se hará contemplativa, tu vida será contemplativa, en
medio de la transparencia y de la plenitud de Dios, siempre
presente, aquí y ahora.
La
vida, la auténtica vida, la que vives cada segundo, se hará más
real, más gozosa y más plena. Surgirá de ti un ser humano nuevo
con una mirada nueva.
|
***
Imagínate a una persona
gordísima y grasienta. En algo así puede llegar a convertirse tu mente,
incapaz de pensar, de observar, de explorar y de descubrir. Si miras a tu
alrededor descubrirás cómo la mayoría de las mentes están así;
torpes, dormidas, protegidas por “capas de grasa”, deseando no ser
molestadas ni sacudidas de su modorra. Esas capas de “grasa” son
nuestras creencias, las conclusiones a que hemos llegado acerca de
personas y de cosas, nuestros hábitos y nuestros apegos.
Ve que tu mente se ha
quedado dormida y estás encerrados en una prisión. Contempla los
muros; emplea horas enteras en observar simplemente tus ideas, hábitos,
apegos y miedos, sin emitir juicio de ningún tipo. Limítate a
mirarlos... y por sí solos se derrumbarán.
Emplea algún tiempo en
observar las cosas y las personas que te rodean, míralas como si lo
hicieras por primera vez. Puedes sentarte tranquilamente y observar
cómo funciona tu mente, de la que brota sin cesar un flujo de
pensamientos, sensaciones y reacciones. Debes dedicar largos
espacios de tiempo en observar todo ello del mismo modo en que
contemplamos un río o una película; no tardarás mucho tiempo en
descubrir que es aún más interesante, vivificante y liberador. Se
dice que la vida inconsciente no merece la pena ser vivida... y sin
embargo es inconsciencia a lo que la gente llama vida.
Mira, observa, examina, explora y tu mente se
volverá viva, eliminará su “grasa” y se tornará perspicaz,
despierta y activa. Los muros de nuestra prisión se desplomarán y
tendremos la visión limpia y sin obstáculos de las cosas tal como
son, con la vivencia directa de la realidad.
|
***
Si
quieres desarrollar la virtud y conocer la paz actúa de la siguiente
manera:
Muéstrate
capaz y justo, honesto y cordial en tus palabras. Sencillo y humilde
sin presunción ni afectación. Complacido y fácilmente satisfecho,
despojado de obligaciones y frugal en tu manera de vivir, pacífico,
sereno, juicioso y competente, desprovisto de orgullo y no exigente.
No harás la menor cosa que pudiera censurar la sabiduría. Desearás,
con alegría y con firmeza, el bienestar de todos los seres, sin
excluir a ninguno, débiles o fuertes, grandes o poderosos,
medianos, menudos o diminutos, visibles o invisibles, los que viven
cerca y los que habitan lejos, los nacidos y los que aún no vieron
la luz, su deseo será que todos se sientan a gusto.
No engañes a
nadie. Ni lo desprecies, fuera cual fuese su estado. Nunca, por ira
o por rencor desees mal a nadie. Como una madre protege a su único
hijo, con un corazón infinito, debes de amar a todos los seres
vivos, irradiar a todo el mundo un cariño que se remonte a los
cielos y descienda a las profundidades, por todas partes y sin
trabas, un amor libre de odio, de aversión y de interés.
De
pie o caminando, sentado o tendido, estarás despierto, sin
somnolencia, y tendrás presentes estos preceptos. Si cumples con
estos preceptos te unes y te conectas con lo más elevado que pueda
haber sobre esta tierra.
Los
seres que no posean conocimientos inmutables, que estén dotados de
una clara visión, purifiquen su corazón y abandonen todos los
deseos de los sentidos encontrarán la libertad.
|
***
Anda
plácidamente entre el ruido y la prisa, y recuerda cuánta paz puede
haber en el silencio. Vive en buenos términos con todas las personas,
todo lo que puedas, sin rendirte. Di tu verdad tranquila y claramente;
escucha a los demás, incluso al aburrido y al ignorante; ellos también
tienen su historia. Evita a las personas ruidosas y agresivas, pero sin
humillarles el espíritu. Si te comparas con otras personas, puedes
volverte vanidoso y amargo; porque siempre habrán personas más grandes y
más pequeñas que tú. Disfruta de tus logros, así como de tus trabajos;
mantén el interés en tu propia carrera, aunque sea humilde, es una
verdadera posesión en las cambiantes fortunas del tiempo. Usa precaución
en tus asuntos, porque el mundo está lleno de trampas. Pero no por ello
te ciegues a la virtud que pueda existir; muchas personas luchan por altos
ideales y en todas partes la vida está llena de heroísmo.
Sé
tu mismo; especialmente no finjas afectos. Tampoco seas cínico respecto
del amor, porque frente a toda aridez y desencanto, el amor es perenne
como la hierba. Recoge mansamente el consejo de los años, renunciando con
naturalidad a las cosas de la juventud. Nutre tu fuerza espiritual para
que te proteja en la desgracia repentina. Pero no te angusties con fantasías,
muchos temores nacen dela fatiga y de la soledad. Junto con una sana
disciplina sé amable contigo mismo. Tú eres una criatura del universo,
no con menos valor que los árboles y las estrellas; tú tienes derecho a
estar aquí y, te resulte evidente o no, sin duda el universo se
desenvuelve como debe. Por lo tanto, mantente en paz con Dios, de
cualquier forma que lo concibas y cualesquiera que sean tus trabajos y
aspiraciones. Mantén en la ruidosa confusión paz con tu alma.
Con
todas sus farsas, trabajos y sueños rotos, este sigue siendo un mundo
hermoso. Ten cuidado, esfuérzate por ser feliz.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario